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Casa Sinaí: "Un regalo de los hijos ausentes para Cojumatlán"
Nuestras instalaciones fueron construidas con donaciones privadas. La construcción se logró principalmente gracias a la generosidad de los migrantes y sus familias quienes viven en distintas ciudades de Estados Unidos y México (hijos ausentes de Cojumatlán), además del importante apoyo de personas que viven en nuestro pueblo. La construcción se inició en 2014 pensando en el bienestar integral de los mayores de Cojumatlán por medio de una institución sin fines de lucro que ofreciera distintos servicios (alimentación, atención médica, actividades manuales, sociales y religiosas) durante el día, tomando como modelo los centros para adultos mayores norteamericanos (Senior Citizen Center).
El proyecto inició su apertura al público a finales de 2015 y desde entonces trabajamos ofreciendo servicios pensados en mejorar la calidad de vida de nuestros adultos mayores. Nuestra visión es ser una institución de asistencia a personas de la tercera edad, reconocida por brindar servicios profesionales de la más alta calidad humana en un entorno de espiritualidad, contribuyendo a una vida digna e integral de las personas de la tercera edad.
Actualmente las instalaciones están equipadas con Recepción, Consultorio Médico, Oficina, Salón de Belleza, Capilla, Cocina Industrial, Baños, Lavandería, Areas Verdes, dos Salones de Usos Multiples y un pequeño Gimnasio.
Nuestro financiamiento se basa en las donaciones de nuestros benefactores que son deducibles de impuestos en Mexico y Estados Unidos; el personal que labora en la institución es mayormente voluntario, contando con el apoyo de religiosos, médicos, psicólogos, estilistas, profesores y ayudantes generales.
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Nuestra Directiva
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El servicio a nuestros mayores es amor
Te agradecemos Padre que a través de tu Hijo El Señor del Perdón y por la intercesión del Espiritu Santo por medio de la Beata Concepción Cabrera de Armida y el Venerable Pbro. Felix de Jesús Rougier MSPS (a quienes encomendamos este proyecto cuando iniciamos) nos has regalado esta casa, dedicada a nuestros adultos mayores, construida por la generosidad y trabajo de la comunidad migrante hijos de Cojumatlán en Estados Unidos y México.
Bendice este lugar, a sus ancianos, sus familias, voluntarios y benefactores tal como diría la Beata Concepción Cabrera de Armida: «Que el Espíritu Santo, fuente de toda pureza, nos la comunique por medio de la cruz y el amor y que guarde siempre su cuerpo y su alma puros y sin mancha»1